Sostienen algunos economistas que la actual crisis financiera ha dejado en evidencia los errores de un sistema basado en el crecimiento continuo e ilimitado. Frente a ello, abogan por el decrecimiento que, salvando las distancias temáticas, vendría a ser lo mismo que ha hecho Panasonic con esta Lumix DMC-FZ150. Se trata de una curiosa e inusual revisión que mejora algunos aspectos, deja muchos otros sin tocar y, frente a la tendencia habitual, pasa de 14 a 12 megapíxeles. Un aparente retroceso que, curiosamente, permite a esta compacta de zoom largo mejorar uno de los aspectos más débiles de su predecesora: el control del ruido. ¿Ven como no era tan difícil?
Rectificar es de sabios, dirán los optimistas. Tropezar decenas de veces en la misma piedra de la resolución y el ruido es como para hacérselo mirar, le reprocharán a Panasonic los más rencorosos. Independientemente de la versión con la que nos quedemos, está claro que la firma ha tomado buena nota de las críticas recibidas por la Lumix DMC-FZ100 y ha optado por una renovación muy peculiar de este modelo.
Lejos de lo que nos hubiera parecido normal -que no lógico-, la nueva Lumix DMC-FZ150 no llega con 16 megapíxeles, sino que parte de los 14 millones de puntos del modelo anterior para conformarse ahora con "sólo" una docena.
¿Un milagro? ¿Una tardía rectificación por parte de Panasonic? Aunque, como iremos comprobando, la mayoría de especificaciones de la cámara han permanecido intactas, los cambios en el CMOS dejan la puerta abierta a posibles mejoras en la calidad de imagen.
Puesto que Panasonic se ha saltado el guión previsible, alteraremos nosotros también el repaso habitual a las prestaciones de la cámara para empezar por el cambio más sustancial: el nuevo CMOS retroiluminado de 12 megapíxeles que toma el relevo de la versión de 14 millones de puntos utilizada hace un año en la FZ100
¿Se nota el cambio? ¿Se ve afectada la calidad de la imagen? ¿Mejora la cámara en su rendimiento con sensibilidades medias y altas?
Como siempre, nada mejor que echar un vistazo a las decenas de muestras que acompañan esta prueba para que cada uno saque sus propias conclusiones. De todos modos, tras enfrentar sendos disparos realizados a 800 ISO, salta a la vista que algo ha cambiado en el sensor, en el procesador o -muy posiblemente- en ambos elementos.
La FZ150 es capaz de resolver mejor la imagen, tanto en lo que respecta a control de ruido como en el que suele ser el principal problema de estas tomas: el exceso de procesamiento y la falta de nitidez y detalle.
Muestras en 12 MP...
Pero más allá de estas buenas noticias y del merecido aplauso a Panasonic por tomar buena nota de las críticas, tampoco hay que perder el norte: exactamente igual que ocurre con el resto de cámaras de esta categoría, el punto fuerte de la FZ150 sigue sin ser el control del ruido o el rango dinámico. De hecho, a estas alturas es de sobra sabido que los usuarios más quisquillosos y exigentes con la calidad de imagen deberían mantenerse lejos de este tipo de cámaras y sus diminutos sensores de 1/2,33 de pulgada.
Muestras de sensibilidad...
100 ISO | 200 ISO | 400 ISO | ||
800 ISO |
1600 ISO |
3200 ISO |
Las fotografías se han realizado con una Panasonic Lumix DMC-FZ150. Haz clic en la imagen para ver un recorte a tamaño real...
A la vista de los resultados, se podría decir que la franja de seguridad para no llevarnos sustos con esta FZ150 se extiende entre 100 y 800 ISO. El rango dinámico sigue siendo muy justo en las luces altas, aunque es cierto que si trabajamos en formato RAW tendremos un poco más de margen.
Muestras en RAW...
Las fotografías se han realizado con una Panasonic Lumix DMC-FZ150. Imágenes tomadas en formato RAW y procesadas con Adoble Lightroom 3.5. Haz clic en el texto bajo la imagen para descargar el archivo original:
RAW | RAW | RAW | ||
Tal y como ya ocurría con el modelo anterior, la cámara ofrece diferentes herramientas para optimizar el procesamiento de la imagen. La llamada "resolución inteligente" (IR) se ocupa de aplicar un tratamiento diferente a cada zona de la imagen. Las diferencias son bastante sutiles, pero es cierto que, lupa en mano, se aprecia algo más de nitidez en las zonas de detalle más fino, así que merece la pena dejarlo activado.
Fotografías realizadas con una Panasonic Lumix DMC-FZ150 con la función IR (resolución inteligente) desactivada -a la izquierda- y activada. Haz clic en la imagen para ver la comparación a mayor tamaño.
La función "dinámica inteligente", por su parte, trata de estirar el rango dinámico de la imagen, pero como suele ocurrir se muestra mucho más solvente a la hora de levantar un poco las sombras que de recuperar las luces altas.
Ligerísimos retoques...
Más allá de este pequeño pero importante cambio en el interior de la cámara, el análisis del resto de las prestaciones y el diseño de la FZ150 es poco más que un repaso a lo ya visto en su momento en la FZ100.
Los cambios estéticos son mínimos: los mandos traseros se han estilizado un poco, desaparece el sensor automático del visor electrónico y, como gran novedad, se añade ahora un nuevo mando de control del zoom en el barril de la óptica.
Siguiendo los pasos de la Nikon Coolpix P500, Panasonic se apunta así a ofrecer dos controles para esta función: el tradicional, situado junto al disparador en la empuñadura de la cámara, y este lateral, pensado sobre todo para mejorar la ergonomía durante la grabación de vídeos.
La construcción de la cámara nos sigue pareciendo excelente, aunque es cierto que, tras pasar unas semanas con ella a cuestas, este nuevo mando del zoom transmite cierta sensación de fragilidad.
Es también una pena que Panasonic no haya mejorado las opciones de configuración de los mandos de la cámara o del menú de acceso rápido ("Q.Menu") y que la rueda de control trasero siga siendo tan pequeña.
La pantalla y el visor siguen manteniendo intactos sus datos: 3 pulgadas y 460.000 puntos de resolución para el excelente monitor articulado trasero y un visor electrónico que se conforma con ser correcto.
Nada que ver con lo visto en las Lumix de ópticas intercambiables, desgraciadamente.
Zoom y ráfagas...
Tampoco hay cambios en dos de los pilares de la cámara: su zoom óptico de 24 aumentos y la capacidad de disparo en ráfaga, gentileza de un veloz sensor CMOS y del procesador Venus Engine.
En realidad, la velocidad máxima pasa de 11 a 12 fotogramas por segundo, pero lógicamente la diferencia es apenas perceptible. En cualquier caso, esta modalidad sólo es operativa renunciando al enfoque automático, y según las pruebas realizadas es capaz de resistir unos 11 disparos consecutivos en JPEG y otros 10 en RAW.
En ambos casos, y trabajando con tarjetas SD Card de alta velocidad, los procesos de escritura y recuperación de la cámara son muy rápidos.
Más interesante y práctica es la modalidad que realiza 5,5 disparos por segundo y que permite mantener activo el enfoque automático. Además, en este caso el disparo en formato JPEG es ilimitado (en RAW podemos alcanzar la decena de disparos), si bien a partir de 20 fotos la cadencia se ralentiza un poco.
Pese a que el enfoque automático de la cámara es de los más veloces que hemos visto en una compacta, es cierto que le cuesta seguir el ritmo de semejantes ráfagas, sobre todo si nos enfrentamos a escenas con movimiento. La modalidad de enfoque por seguimiento funciona muy bien a la hora de seguir sujetos, pero no combinada con estas ráfagas tan rápidas.
En cualquier caso, repetimos lo ya dicho al hablar de la FZ100: a diferencia de otros modelos que aíslan el disparo en ráfaga entre sus menús como si fuera una prestación de uso extraordinario, en este caso se integra con el funcionamiento normal de la cámara. Sin duda, una opción mucho más práctica y cómoda.
El zoom de 25-600 milímetros y f2.8-5.2 tiene todo lo que se le puede pedir a una óptica de este alcance y tamaño.
No es el más potente de su clase, pero resulta bastante equilibrado en cuanto a calidad, y su alcance nos parece más que suficiente para el 99% de las escenas.
25 mm | 600 mm | Zoom inteligente |
Un rendimiento más que aceptable (con altibajos en sus focales más extremas, como era de esperar), el buen control de las aberraciones cromáticas, el enfoque macro a sólo 1 centímetro del sujeto y el eficaz estabilizador son sus datos más destacados.
De la mano de sus nuevos sensor y procesador, Panasonic ha mejorado también la grabación de vídeo en la FZ150, reforzando así la posición dominante del modelo predecesor en este capítulo respecto a la competencia.
Y es que la FZ150 se atreve ahora con clips Full HD a 1080p (1920 x 1080 a 50 fotogramas por segundo) y con un flujo de datos de 28 Mbps.
Pese a que la mayoría de usuarios no percibirán un gran cambio en los ya de por sí buenos resultados que cosechaba en este apartado la FZ100, quienes estén interesados en los modelos híbridos tienen ahora más razones para fijarse en esta Lumix.
No sólo por esos 1080p, sino también por el resto de prestaciones que ofrece en su modalidad de vídeo: controles manuales completos, conexión para un micrófono externo (de 2,5 milímetros, eso sí), un sistema de enfoque continuo muy suave y silencioso, una ergonomía mejorada gracias al nuevo mando lateral del zoom…
Como ocurre con todas las cámaras de la firma, hay que tener en cuenta que la grabación de vídeo se realiza en formato AVCHD, muy eficiente en cuanto a tamaño de archivo, pero un poco problemático todavía en lo que respecta a compatibilidad y dificultad de edición.
Leve pero interesante renovación...
Pese a que los amantes de los grandes cambios y las listas de novedades interminables se mirarán con cierta decepción esta Lumix DMC-FZ150, en realidad se trata de una puesta al día con mucho sentido común. Algo que no siempre ocurre en este mercado, a veces más pendiente de dar titulares o apuntarse al "yo primero" que de hacer las cosas bien.
Aunque la FZ100 era una de las mejores opciones de su segmento, la calidad de imagen no era su fuerte. Sigue sin ser para tirar cohetes en esta FZ150 (ni en ninguna cámara de este tipo), pero salta a la vista que Panasonic ha dado un paso adelante mejorando el control del ruido y el procesamiento de la imagen.
A partir de este pequeño pero vital argumento se articulan otros ligeros cambios que justifican la llegada de esta FZ150 a los escaparates: retoques en la ergonomía, un nuevo y práctico mando para el zoom (que además podemos configurar también para el enfoque manual) y una modalidad de vídeo a 1080p que revalida a esta cámara como la mejor preparada para grabar clips.
Tampoco nos olvidamos de los omnipresentes filtros creativos. Si bien Panasonic no lidera este campo, la FZ150 se apunta a la moda con casi una decena de opciones (miniatura, estenopeico, retro…) que pueden usarse tanto a la hora de tomar fotografías como de grabar vídeo.
Aprovechando la velocidad de su ráfaga, la FZ150 también dispone de opciones de disparo para crear imágenes en 3D y una modalidad para tomas nocturnas a pulso que puede sacarnos de algún apuro a falta de un trípode o un punto de apoyo.
Una cámara que mejora el punto más débil de su predecesora y no toca demasiado todo lo que ya funcionaba en ella.
Incluyendo, claro, el formato RAW, que muy sabiamente Panasonic ha decidido conservar en esta FZ150.
Así que, con las reservas que siempre hay que tener al dictaminar sobre este tipo de modelos de zoom largo -cuidado los sibaritas del píxel-, la Lumix DMC-FZ150 cumple con creces lo que prometen estas compactas superlativas.